Tendencias 2023: ¿en las puertas de una nueva revolución de Internet?
La
ciberseguridad es un área muy dinámica en la que permanentemente
ocurren eventos que muchas veces no pueden analizarse aisladamente, y
se vinculan con otros aspectos de la vida, como puede ser una guerra,
la evolución de la tecnología, nuevos hábitos sociales y
financieros, o hasta nuevos proyectos que prometen cambiar el
paradigma de Internet tal como lo conocemos hoy, como es el caso del
metaverso y la Web 3.0. En este escenario, el equipo del
Laboratorio de ESET,
compañía líder en detección proactiva de amenazas, elaboró su
informe Tendencias
2023,
en donde presenta qué se puede esperar para
el próximo año y también más a largo plazo
en el ámbito de la ciberseguridad.
Las
tres tendencias destacadas por ESET, son:
Ataques
a infraestructuras críticas:
Los
ataques a infraestructuras críticas no son nuevos. Desde hace varios
años que desde ESET se ha investigado la actividad de grupos de APT
(Amenaza
Persistente Avanzada, se trata de un conjunto de ataques reiterados
en el tiempo que intentan burlar la seguridad de una entidad
específica)
responsables de ataques informáticos dirigidos a plantas de energía
eléctrica y otro tipo de infraestructuras críticas, así como
también ataques de grupos de cibercriminales que persiguen intereses
económicos. Lo que destaca ESET es que en 2022 con el conflicto
geopolítico entre Rusia y Ucrania comenzaron a detectarse campañas
de malware con fines destructivos apuntando a organizaciones críticas
en Ucrania. Y esto ocurrió en varias oportunidades en ataques que
desplegaban distintos tipos de malware que no habían sido
documentados previamente. Del otro lado del mundo, en América
Latina, los ataques de ransomware a organismos gubernamentales
tuvieron una actividad importante en 2022. En Costa Rica provocaron
que el gobierno decretara la emergencia nacional con varios servicios
públicos afectados.
Machine
Learning e Inteligencia Artificial:
Crece
la adopción de Machine Learning e Inteligencia Artificial y esto
puede identificarse cada vez con más frecuencias en la vida
cotidiana, con aplicaciones y servicios que utilizan esta tecnología
para la autenticación vía reconocimiento facial, pasando por la
sugerencia de series que podrían llegar a ser de nuestro agrado a
partir de lo que ya vimos, hasta la detección de códigos maliciosos
en las soluciones de seguridad que utilizan las organizaciones. Si
bien las proyecciones muestran que la adopción seguirá creciendo,
también aumenta el interés del lado de los actores maliciosos que
buscan sacar provecho de estas tecnologías y sus vulnerabilidades.
El ejemplo más común para ESET es el de las deepfakes. En 2022 se
registraron varios casos en los que se utilizaron para suplantar la
identidad de personalidades como Elon Musk, el CEO de Binance o el
CEO de FTX.
Web
3.0, Metaverso y criptoactivos:
Los
últimos años Internet se ha revolucionado con los criptoactivos.
Pero otros proyectos que prometen seguir revolucionando el mundo
virtual como el de la Web 3.0 o el metaverso parecen seguir
avanzando. En el caso del metaverso, empresas como Meta, Google y
también Microsoft ya están trabajando en sus propios proyectos de
mundo virtual al que los usuarios se podrán conectara través de
dispositivos especiales para pasar tiempo interactuando en una
realidad alternativa. Según Bloomberg,
se trata de la próxima gran plataforma tecnológica que tiene el
potencial de convertirse en una industria con un valor de 800 mil
millones para el 2024. El interrogante de ESET es qué pasará con la
seguridad en estos entornos virtuales. Otras innovaciones
tecnológicas que un día llegaron para quedarse, como los
dispositivos IoT, no tuvieron suficiente consideración por los
aspectos de seguridad y esto tuvo sus consecuencias. Si bien ideas
como el metaverso y la Web 3.0 todavía parecen algo lejano, las
proyecciones
estiman que para el 2026 el 25% de las personas en el mundo dedicarán
al menos una hora al día a este mundo virtual.
“Algunas
de estas tendencias consideramos van a tener un impacto el próximo
año y otras más adelante. Está claro que no tenemos una bola de
cristal para predecir lo que sucederá en el corto y mediano plazo.
Pero si tomamos nota de los antecedentes históricos, los desafíos
que se presentaron en el pasado con cada innovación tecnológica, y
la velocidad con la que ocurren los cambios, estaremos mejor
preparados para afrontar los desafíos que están sobre la mesa de la
ciberseguridad y también aquellos que están cocinándose para más
adelante”, concluye
Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de
ESET Latinoamérica.