Estamos a punto de tener la peor crisis alimentaria en casi 100 años ¿Cómo está trabajando el MAGA y la ONG Semilla Nueva para solucionarlo?
Estamos a punto de enfrentar la peor crisis alimentaria en casi 100 años. Globalmente los precios de los alimentos están 20% más caros que hace un año, según el índice de Precios de Alimentos de la FAO. Esto podría afectar a Guatemala, donde ya se encuentran 2.5 millones de personas en crisis o emergencia alimentaria. Por esta razón, Semilla Nueva presenta sus estrategias para contrarrestar este impacto en el país: la adopción de semilla biofortificada y colaboraciones con asociaciones campesinas.
David M. Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, dijo recientemente a The New York Times que los niveles actuales de inseguridad alimentaria no se habían visto desde la Segunda Guerra Mundial. En Guatemala, los precios de los fertilizantes afectarán la capacidad de siembra de los pequeños agricultores, al punto que algunos han decidido no sembrar granos básicos, o reducir la cantidad de fertilizante que utilizan, lo que disminuye las reservas de alimentos. Esto impactará los niveles de desnutrición crónica y aguda en el país.
Curt Bowen, director de Semilla Nueva, explicó la solución propuesta por esta organización: “Las semillas biofortificadas por sus cualidades pueden compensar la menor inversión en fertilizantes por su adaptabilidad climática y mejores rendimientos. Por eso Semilla Nueva tomó la decisión de reducir los precios de la semilla que comercializa en el mercado para hacer más asequible a los agricultores.”
Semilla Nueva es la primera empresa social del mundo dedicada al desarrollo, producción y venta de semillas de maíz más nutritivas, las cuales llegan directamente a las familias de pequeños agricultores.
De acuerdo con la Red de Información de Información de Seguridad Alimentaria (FSIN), actualmente en Guatemala existen 2.5 millones de personas en crisis alimentaria y esta cifra puede subir un millón más mientras nos acercamos al periodo de hambre estacional que inicia en mayo. Una dieta rural dependiente del maíz, con el aumento de precios en fertilizantes, hará que agricultores que antes sembraban para venta y consumo, ahora tengan que comparar este mismo maíz en el mercado a precios más altos solamente para sostener a su familia.
Curt Bowen indicó al respecto que “nuestras semillas y el programa de donación a campesinos tiene tambien un impacto en los ingresos económicos de las familias, pues no se verán limitadas ante la inminente crisis a la que nos enfertaremos en el país. Los pequeños agricultores podrán seguir sembrando y recibiendo ingresoso para mantener a su familia.” Resalta también que es un momento de que todas las soluciones para acatar la problemática trabajen en conjunto y reconoce el liderazgo de MAGA.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación por su parte también está avanzando en la entrega de variedades de semillas biofortificadas de maíz, frijol, yuca, papa y camote, producidas por el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA). Se espera llegar a alrededor de 35,000 familias beneficiadas.