La soya de EE. UU. promueve a través de la sostenibilidad, buena nutrición y salud global
El Informe Mundial de
Nutrición 2020 muestra que una de cada nueve personas en todo el mundo
padece alguna condición de malnutrición. Uno de cada tres tiene problemas de
sobrepeso o de obesidad. Casi uno de cada cuatro niños menores de 5 años
enfrenta un retraso en el crecimiento debido a la desnutrición. En resumen,
demasiadas personas carecen de acceso a alimentos nutritivos y, como resultado,
la salud global está sufriendo.
El papel de la soya en la buena nutrición
Renovar la determinación de hacer todo lo posible para aliviar estas brechas nutricionales y de salud, será fundamental y la soya de EE. UU. puede jugar un papel fundamental en ello.
El acceso a proteínas de alta calidad es esencial para una
buena nutrición y salud. La soya es una proteína completa y altamente
nutritiva, que tiene los tres macronutrientes necesarios para una buena
nutrición: fibra, vitaminas y minerales con menor cantidad de grasas saturadas.
La cadena de valor de la soya de EE. UU. comienza con los agricultores estadounidenses, que adoptan su papel de cultivar soya y contribuir a producir proteínas nutritivas, seguras y asequibles, tanto como alimento para las personas, como alimento para animales. Eso permite dietas saludables y deliciosas para familias de todo el planeta.
Además, los productores de soya brindan este alimento básico esencial con calidad, confiabilidad y estándares de sostenibilidad que constituyen un referente de vanguardia en el mundo.
Las preferencias alimentarias son vitales y más en la actualidad, por lo que la soya de EE. UU. contribuye a satisfacer las necesidades de proteínas de alta nutrición para el consumidor global, al ajustarse a diferentes estilos de vida: la soya proporciona una opción completa de proteínas que puede servir como base para dietas vegetarianas o veganas saludables, así como un ingrediente central para cocinas tradicionales y saludables en muchas áreas del mundo. Más allá de proporcionar proteínas de alta calidad, se ha demostrado que la soya puede brindar una variedad de beneficios para la salud, desde una mejor salud del corazón hasta una reducción de los riesgos de algunas formas de cáncer.
Construir un mundo nutricionalmente más saludable y justo será posible a través de prácticas sostenibles en la agricultura. La industria de la soya de EE. UU., apoya incondicionalmente este objetivo y refrenda su compromiso para garantizar el acceso a alimentos nutritivos producidos de manera positiva y amigable para la naturaleza.
Un mayor acceso a la soya es un elemento clave del compromiso para combatir el hambre en el mundo a medida que se avanza en una nutrición optimizada. Las diferentes alianzas del Consejo de Exportación de Soya de EE. UU con múltiples instituciones, conecta a líderes locales con la cadena de suministro de soya, no solo para promover la proteína de soya como un recurso esencial para mejorar la seguridad alimentaria de las poblaciones en riesgo, sino también para desarrollar entre esas sociedades una mayor conciencia y adopción de prácticas sostenibles en el mercado.
Al aprovechar el poder de la soya de EE. UU. como alimento humanitario, el objetivo es ayudar a transformar los países clientes en consumidores responsables. En el proceso, se alimenta a las personas que padecen hambre, se desarrollan sistemas agrícolas sostenibles y se amplía el alcance de las labores del Consejo de Exportación de Soya Sostenible (USSEC).
USSEC participa localmente en 82 países de todo el mundo para brindar capacitación valiosa y demostraciones de las ventajas de la soya sostenible de EE. UU. al trabajar con expertos en alimentos animales y forrajes, para optimizar la calidad de alimento en función de su valor nutricional, reduciendo costos y desperdicio. En diversas regiones, el Consejo de Exportación de Soya de EE. UU. ha ayudado a los productores de acuicultura a adoptar métodos más eficientes para producir más pescado con menor impacto ambiental. Además, durante los últimos dos años ha abierto centros de excelencia de soya en el sudeste de Asia, Oriente Medio / norte de África, África subsahariana y América Latina, promoviendo centros de capacitación, recursos y educación constante para todos los miembros de la cadena de valor de la soya de EE. UU. en dichos mercados emergentes, donde los desafíos nutricionales suelen ser más frecuentes.
La soya de EE. UU. se suma así al esfuerzo global para habilitar una mejor salud y nutrición para todos, y refrenda su compromiso con responsabilidad para formar parte de la solución sostenible para el planeta, buscando promover el acceso a las proteínas de calidad en todo el mundo, y establecer alianzas e iniciativas adecuadas que ayuden a promover la sostenibilidad como estilo de vida y consumo responsable.
De hecho, el Protocolo de Garantía de Sostenibilidad de la
Soya de EE. UU. (SSAP) constituye hoy en día un referente global en materia de
sostenibilidad agrícola. De hecho, se trata del esquema de verificación de
sostenibilidad más grande del mundo con más de 100 millones de toneladas
exportadas verificadas desde que se lanzó este protocolo en el 2014.