Conozca los beneficios de la alimentación complementaria para la salud de los niños
Una nutrición sana y equilibrada, que beneficie el desarrollo óptimo del niño, debe construirse desde muy temprana edad. Desde el embarazo -a través de una buena alimentación de la madre-, durante el periodo de lactancia y posterior a los seis meses de edad -cuando se inicia la alimentación complementaria-; los padres de familia deben brindar a sus hijos una nutrición idónea, que incluya de forma balanceada y adecuada, los diferentes grupos de alimentos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es clave iniciar la lactancia materna dentro de la primera hora de vida del recién nacido y de forma exclusiva hasta el sexto mes; a partir del cual debe complementarse con otros grupos de alimentos.
Por último, Vial enfatiza que la seguridad de los
niños debe ser prioridad. Por ello, la alimentación complementaria debe
iniciarse cuando los niños estén preparados, eligiendo alimentos de forma y
tamaño correctos, y con ingredientes y texturas adecuadas. La destreza
psicomotora del niño para manejar e ingerir de forma segura los alimentos es
primordial para su seguridad.
Nestlé comparte
recomendaciones para incluir alimentos necesarios para el desarrollo de los
niños en su alimentación diaria.
Las
Normas de Atención de Salud Integral del MSPAS brinda las siguientes
recomendaciones para una adecuada alimentación complementaria, utilizando las
“Guías alimentarias para la población menor de dos años” de Guatemala:
Desde el nacimiento a seis meses de edad:
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En
este período, la lactancia materna provee el 100% de los requerimientos
nutricionales del bebé.
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Al
cumplir los 6 meses, se recomienda iniciar la alimentación complementaria.
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Estos
alimentos servirán para complementar la dieta en cantidad y calidad sin
sustituir la leche materna.
De 6 a 9 meses:
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A
partir de los 6 meses, el niño debe consumir alimentos completamente
machacados, suaves y espesos como papilla.
·
Se debe
iniciar a incluir alimentos como zanahoria, masa de maíz, camote, fideos,
arroz, plátano, carne de pollo mechado tipo papilla, yema de huevo, banano y
manzana.
·
Se recomienda brindar de dos a tres
comidas al día, iniciando con dos a tres cucharadas soperas por comida, e
incrementar gradualmente a medio vaso o taza de 8 onzas.
De
9 a 12 meses:
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Se
pueden brindar alimentos picados o cortados en trocitos, incorporando alimentos
como carne de res deshecha o carne molida, pescado, tamalitos con frijol e
hígado de pollo o de res.
·
Se recomienda brindar de tres a cuatro
comidas al día, iniciando con tres a cuatro cucharas soperas por comida hasta
llegar a una taza de 8 onzas.
De
12 a 24 meses:
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En
esta etapa se deben incluir alimentos picados, cortados o enteros.
·
Es
importante que el niño coma los mismos alimentos que consume toda la familia.
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“Para lograr un balance nutricional y los nutrientes que los niños necesitan para su crecimiento y desarrollo, es fundamental que coman todos los grupos de alimentos. Los niños no deben pasar lapsos de tiempo muy largos sin comer, como un adulto, pues su capacidad gástrica es limitada”, explicó la especialista.